Arrancando el 2019 tomé la decisión de volver a entrenar con Euforia. Al principio quería solo entrenar, pero en muy pocos entrenamientos sentí la necesidad de competir con el equipo, es una gran sensación que quería vivir nuevamente. Encontré un equipo con muchas caras nuevas. Muchos de los jugadores con los que fuimos campeones nacionales en 2017 ya no estaban, de igual forma algunos de quienes habían viajado al mundial de clubes de 2018 tampoco se encontraban con nosotros.
Esto dio inicio a una nueva Euforia, una Euforia que empezó un proceso de transformación administrativa y deportiva, que ha traído grandes retos y dificultades, por ejemplo la transición y el manejo de varios jugadores nuevos en el equipo y la búsqueda de la consolidación de otros. Muy temprano en la temporada, los capitanes con los que iniciamos temporada dejaron su rol a un lado por situaciones personales. Ese vacío en el liderazgo fue cubierto por el rol del entrenador que nuevamente estamos implementando este año y por jugadores de amplia experiencia dentro del roster, sin tener un capitán en propiedad.
El primer semestre fue transcurriendo y el equipo solo entrenaba. No hicimos parte de la liga preparatoria de Bogotá, ni viajamos a los distintos torneos regionales que se desarrollan durante ese periodo en el país. Finalmente decidimos participar en el torneo Fortaleza de Piedra en junio, en donde me preguntaron si estaría dispuesto a asumir el rol de capitán de Euforia en propiedad, ofrecimiento que no dudé ni un segundo en aceptar y en asumir.
El resultado de ese primer torneo del año no fue el mejor. Tuvimos grandes dificultades durante el fin de semana y se vieron resaltadas en el partido que perdemos en cuartos de final, lo cual fue muy decepcionante para nosotros; no habíamos logrado ser ese equipo que creíamos y queríamos que fuera, pero todo hacía parte de la transformación que estamos llevando. El fin de semana siguiente a ese torneo tuvimos una actividad en la casa de uno de los integrantes más emblemáticos del equipo; fue un día completo de Euforia: muchas historias, muchas actividades, mucha creación de equipo. Finalmente estamos en ese camino, en el de crear la nueva Euforia. De ese día tengo grandes recuerdos y sobretodo grandes reflexiones de lo que es Euforia y lo que cada uno de los integrantes del club es. Una de las actividades incluía el uso de unos retazos de tela, para cubrir nuestros ojos. Soy una persona muy simbólica y creyente de las energías que lo rodean a uno y ese retazo de tela representa muchas cosas, no solo mías si no de cada uno de los que componen el club, es por esto que cada vez que compito con el equipo la uso en mi brazo, porque me recuerda y siento todo lo positivo que estamos creando y junto a quienes lo estamos creando.

En Ultimate no es común que el capitán del equipo use una banda de capitán como en otros deportes. Anteriormente había tenido la oportunidad de usar una banda de capitán del equipo de Juegos Mundiales de Polonia, la cual más allá de ser un distintivo en el brazo, representaba muchos símbolos de ese equipo. Este año cuando me nombraron capitán de Euforia, me hicieron entrega de una banda que un jugador muy querido y respetado por el equipo había entregado al capitán del equipo hace un buen tiempo. Esa banda no es mía ni de nadie en particular, es del capitán de Euforia en su historia, con lo cual vuelvo nuevamente a los símbolos. Esa banda representa nuestros orígenes, en quienes nos apoyamos, la tradición y la mística que nos fortalece como Club y es para mi un gran honor poder usarla cada vez que competimos.
Siento que este año hemos construido muchas cosas positivas alrededor del Club, hemos cambiado bastantes hábitos y por ejemplo, hoy en día tenemos un roster activo y entrenando de más o menos 40 personas, entre jugadores experimentados y nuevos, lo cual asegura la renovación del club y aumenta la competitividad, porque no todos pueden competir en un torneo y todos queremos estar compitiendo con el dragón en el pecho.
Si bien los resultados deportivos no han sido los mejores a lo largo del año en términos de victorias no podemos dejar de lado lo positivo que les he comentado y adicionalmente lo que nos define como Club: la EUFORIA, que significa “Capacidad para soportar”, es en lo que nos apoyamos, no importa la adversidad, la soportamos y crecemos en ella.
Ser capitán de Euforia es un gran privilegio. Tener la oportunidad de liderar a grandes jugadores y personas es algo a lo que muy pocos tienen la posibilidad de hacer. Siempre he sido una persona excesivamente competitiva, buscando la excelencia en todo lo que hago en mi vida, haciendo las cosas entregando todo el corazón y buscando que las personas que me rodean hagan lo mismo.
Por: Julio Duque E10